martes, 11 de noviembre de 2008

TACNAZO A PALAZOS

Gente intransigente, de malsanas intenciones. Se tiraron abajo la antiquísima Gobernación, y ahora todos lloran, los justos y los injustos. ¿Qué hace un joven de no más de 20 años, rompiendo las lunas de los locales de diversión en Tacna? ¿Qué sabe él de las políticas del canon minero? Dudo que ni siquiera conozca por qué Tacna perdería millones de soles sin los beneficios del impuesto. Solo sabe que tiene que romper, romper y romper. Con la violencia a flor de piel, el presidente del Concejo de Ministros dijo que no habrá diálogo. De nada sirvieron sus advertencias. Ya hay dos muertos, destrozos y caos generalizado de una rebelión que no conduce a nada. Los verdaderos tacneños, aquellos que sus abuelos ayudaron al progreso de la ciudad, no aparecen entre los rostros de los violentistas. La turba, que se mueve como enjambre de abejas destruyendo todo lo que ve a su paso, parece estar conformada por pandilleros, delincuentes comunes o individuos que simplemente quieren armar revuelo. De los infiltrados, solo vimos uno, reconocido por algunos manifestantes que lo apartaron de la protesta jalándole de los pelos salvajemente. Si Patria Roja o los humanistas se infiltran para escarbar entre los sentimientos más bajos de la gente, eso la policía aún lo investiga. Sin embargo las broncas que se arman en las calles para exigir los derechos del pueblo son para los delincuentes comida en bandeja. Así, vemos como un grupo de pandilleros, con el rostro encubierto, protagoniza el saqueo de la Gobernación. Así vemos como unos desconocidos provocan a los carabineros en la frontera con Chile, lanzándoles piedras. Así nos dimos cuenta cómo un enardecido grupo de manifestantes queman los locales públicos y bloquean las pistas, sin identificarse y amenazando a la prensa. Ah!, dicho sea de paso, el Frente de Defensa de Tacna no se atribuye los actos de violencia. Entonces ¿a quién le caerá el palazo por el tacnazo?