domingo, 23 de septiembre de 2012

EL PERIODISMO QUE MARCA EVDLV


No les miento, pero de los tres personajes que en cada una de las últimas semanas he entrevistado para hacerles un reportaje, los tres ya habían sido invitados para el programa El Valor de la Verdad. Y de los tres, sólo uno había aceptado, por lo que no pude terminar de hacerle la entrevista. Este personaje fue Lucy Cabrera, quien a cambio de completar conmigo las grabaciones, me pidió una serie de condiciones realmente imposibles de conceder para una producción más modesta como “Al Sexto Día”, comparando por supuesto, con toda la maquinaria televisiva que maneja Beto Ortiz. Podrán decirme que peco de ingenua, pero sigo creyendo que sólo la confianza y simpatía que podría transmitir al entrevistado son recursos más poderosos que “la plata” para que decida contarme sobre su vida . Me equivoqué.   En el caso de Lucy Cabrera, ella fue tajante: “Mira, si tuviera que vender, no tendría problemas en darte la entrevista, pero como ahora estoy en nada, tengo que sacar algún beneficio, ¿entiendes?, en EVDLV, aparte de la plata que voy a recibir, me van a dar algo por sentarme en la silla, ¿tú que me das a cambio?. Ante dicha “verdad”, nada más me quedó guardarme la indignación y cancelar la entrevista,  y si pues, molesta por haber sentido que había perdido mi tiempo.
De los otros dos personajes con los que sí logré realizar a cada uno un amplio reportaje, simplemente habían rechazado la propuesta del mencionado espacio porque no les interesaba ventilar sus trapitos sucios por televisión a cambio de dinero. Uno de ellos inclusive, mientras conversábamos rumbo a realizar las grabaciones, recibía insistentes llamadas a su celular del productor del sintonizado programa, a pesar que le había dicho en todos los idiomas que no estaba interesado en ser el siguiente personaje que revele sus secretos. Al finalizar  una de estas llamadas, le pregunté : ¿ y ahora que te dijo?, -“ Ahora me dice que además del premio, me ofrecen cinco mil soles por acudir. Pero yo no quiero, estoy bien así con mis secretos”.
Me pregunto si esta semana que viene, al próximo personaje mediático que tendré que entrevistar lo encontraré con el mismo dilema.  Es curioso. Si antes un artista de la farándula rechazaban una entrevista por motivos personales o profesionales , ahora hay una sensación que lo hacen porque se “guardan” ante la posibilidad de ser los próximos convocados a El Valor de la Verdad. Así están las cosas en nuestra televisión.